La seguridad privada es un campo donde el «saber hacer» no es negociable; es la diferencia entre la prevención y la contingencia. En CEFORVIG, entendemos que evaluar esta competencia práctica de manera rigurosa es un imperativo estratégico que impulsa el crecimiento y la excelencia operativa. El desempeño laboral se basa en un trinomio esencial: el Saber (conocimiento), el Saber Ser (actitudes y valores) y el Saber Hacer (habilidades prácticas). El «saber hacer» se convierte en una manifestación observable y medible de cómo un vigilante o supervisor aplica su conocimiento y valores en las tareas diarias.
¿Cómo Evaluar el «Saber Hacer» de Manera Objetiva?
La herramienta técnica por excelencia para la evaluación de habilidades prácticas y tangibles es la
Lista de Chequeo de Producto (o lista de verificación). En el contexto de la seguridad, el «producto» no es un objeto manufacturado, sino el resultado observable y verificable de una tarea o un procedimiento de seguridad.
El Rol Estratégico del Checklist en Seguridad
Una lista de chequeo de producto permite verificar de forma directa y objetiva si una tarea se ha completado conforme a un estándar predefinido. En seguridad privada, esto es vital para procesos que son repetitivos o que requieren el cumplimiento estricto de condiciones:
- Verificación de Equipos: ¿El equipo de comunicación funciona correctamente? ¿El armamento está asegurado y con el mantenimiento al día? * Procedimientos de Acceso: ¿Se solicitó la identificación de manera correcta? ¿Se registró la entrada y salida de vehículos en el formato establecido?
- Inspecciones de Puesto: ¿El perímetro está asegurado (puertas, ventanas, iluminación)? ¿Se completó la ronda de vigilancia en los tiempos y rutas definidos?
El checklist se enfoca en constatar la
presencia o ausencia de un atributo o acción , lo que facilita la toma de decisiones rápidas y la identificación de fallas o errores que podrían tener consecuencias graves.
Metodología para un Checklist de Seguridad Efectivo
Para que una lista de chequeo sea una herramienta de evaluación robusta, fiable y válida en seguridad, su diseño debe seguir una metodología rigurosa.
Fase 1: Mapeo del Proceso y Definición de Criterios
- Mapeo Exhaustivo: Documente los procesos críticos del servicio de seguridad (ej: control de acceso vehicular, reacción ante una alarma). Es indispensable involucrar a los vigilantes y supervisores que realizan la tarea para asegurar su practicidad y aceptación.
- Definición de Criterios: Identifique las características o aspectos del «producto» (el resultado de la tarea) que deben ser evaluados. Estos deben estar alineados con el manual de funciones y los objetivos del servicio.
Fase 2: Construcción de Indicadores Observables
La esencia de esta herramienta es su formato dicotómico (Sí/No, Cumple/No Cumple). Las preguntas o indicadores deben ser:
- Simples y Concisos: Utilice lenguaje claro y directo para evitar interpretaciones erróneas.
- Específicos y Detallados: En lugar de «La persona está alerta,» pregunte: «¿Se registró la hora de apertura de la garita en la bitácora?«.
- Directamente Observables: Los indicadores deben centrarse en acciones o características que el evaluador pueda verificar de forma objetiva.
Fase 3: Estructura, Aplicación y Digitalización
El formato debe incluir la información administrativa (proyecto, evaluador, fecha) y, de manera crucial, un espacio para observaciones que capture detalles cualitativos relevantes.
¡La digitalización es clave! El uso de software especializado permite agregar:
- Evidencias Visuales: Adjuntar fotografías de un puesto o un defecto detectado.
- Geolocalización: Registrar el lugar exacto donde se realizó la verificación.
- Reportes Automáticos: Generación inmediata de informes para la toma de decisiones.
Esta tecnología aumenta la
fiabilidad y validez de la evaluación al proporcionar una capa de verificación objetiva superior a los formatos en papel.
Recomendaciones Estratégicas para la Implementación
Para transformar la evaluación del «saber hacer» en un motor de mejora continua en su organización de seguridad:
- Capacite a los Evaluadores: La formación rigurosa del personal que aplica el checklist es el factor más crítico para asegurar la fiabilidad de los resultados y minimizar sesgos como el «efecto de halo» o la «benevolencia».
- Adopte un Enfoque Integral: El checklist es ideal para tareas procedimentales , pero no mide la calidad o el matiz de una ejecución.Complételo con otras herramientas como:
- Rúbricas de Evaluación: Para medir habilidades complejas como la capacidad de análisis o el pensamiento estratégico en la gestión de crisis.
- Evaluación 360°: Para obtener una visión holística de las habilidades blandas (Saber Ser) como la comunicación o el trabajo en equipo, recopilando feedback de colegas y supervisores
La lista de chequeo, cuando se utiliza de manera estratégica y en un ecosistema de evaluación más amplio, convierte el desempeño en datos. Esta es la base para la mejora continua del talento y el logro de los objetivos organizacionales en el exigente sector de la seguridad.