En el dinámico mundo de la seguridad privada, la protección de activos y personas es primordial. Sin embargo, más allá de la tecnología y las tácticas, hay un pilar fundamental que a menudo se subestima: el factor humano. La vigilancia con enfoque humano, que integra los principios de diversidad, inclusión y equidad (DIE), no solo mejora la eficacia operativa, sino que también fomenta un ambiente de trabajo más justo, respetuoso y productivo para todo el personal de seguridad.
El sector de la seguridad privada históricamente ha estado dominado por ciertos perfiles, lo que ha limitado el acceso a talentos diversos. Adoptar una perspectiva de DIE significa reconocer y valorar las diferencias individuales en un equipo, incluyendo la edad, género, origen étnico, orientación sexual, discapacidad, experiencia y pensamiento.
-
Mejora la Adaptabilidad y la Percepción: Un equipo diverso aporta una variedad de perspectivas y habilidades. Por ejemplo, la presencia de personal con diferentes trasfondos culturales puede ser crucial para interactuar con una clientela diversa, mejorar la comunicación y la comprensión de situaciones complejas, y anticipar mejor las necesidades de seguridad en distintos contextos. Esto es especialmente relevante en entornos multiculturales como Bogotá.
-
Fortalece la Resolución de Problemas: Cuando un equipo está compuesto por personas con diferentes formas de pensar, se fomenta la creatividad y la innovación. Ante un desafío de seguridad, un grupo diverso es más propenso a generar soluciones originales y efectivas, al considerar un abanico más amplio de posibilidades.
-
Aumenta la Moral y el Compromiso: Un ambiente inclusivo donde todos se sienten valorados y respetados genera un mayor sentido de pertenencia. Esto se traduce en personal más motivado, con mayor compromiso con su trabajo y la empresa, lo que directamente impacta la calidad del servicio de seguridad. La equidad, al asegurar oportunidades justas para todos, refuerza la confianza y reduce la rotación de personal.
-
Mejora la Reputación Empresarial: Las empresas de seguridad que demuestran un compromiso con la diversidad y la inclusión son vistas de manera más positiva por clientes, empleados potenciales y la sociedad en general. Esto no solo atrae a los mejores talentos, sino que también genera una ventaja competitiva.
Integrar los principios de DIE no es solo una iniciativa de recursos humanos; es una filosofía que debe permear todas las operaciones de seguridad privada. Aquí algunas acciones clave:
-
Capacitación Consciente: Realizar talleres y capacitaciones regulares sobre sesgos inconscientes, respeto a la diversidad y comunicación inclusiva. Es vital que el personal comprenda la importancia de tratar a todas las personas, tanto compañeros como usuarios, con dignidad y sin prejuicios.
-
Liderazgo Inclusivo: Los líderes de equipo y supervisores deben ser modelos a seguir en la promoción de la diversidad y la inclusión. Esto implica escuchar activamente a todo el personal, fomentar la participación equitativa y abordar cualquier forma de discriminación o acoso de manera inmediata.
-
Lenguaje y Comunicación: Fomentar el uso de un lenguaje inclusivo que evite estereotipos o generalizaciones. En el ámbito de la seguridad, la comunicación clara y respetuosa es fundamental para desescalar conflictos y establecer confianza.
-
Políticas y Procedimientos Equitativos: Revisar y asegurar que las políticas de contratación, ascenso y evaluación de desempeño sean justas y transparentes, ofreciendo igualdad de oportunidades para todos. Esto incluye considerar la accesibilidad para personas con discapacidad y la flexibilidad para diversas necesidades.
-
Fomentar un Ambiente de Respeto Mutuo: Promover un ambiente donde el personal se sienta seguro para expresar sus ideas y preocupaciones, y donde se celebren las diferencias como una fortaleza. La retroalimentación constructiva y el reconocimiento de los logros individuales y colectivos son esenciales.
La vigilancia con enfoque humano no es una tendencia pasajera, sino una necesidad imperante en el sector de la seguridad privada. Al priorizar la diversidad, la inclusión y la equidad, no solo estamos construyendo equipos más fuertes y eficaces, sino también contribuyendo a una sociedad más justa y segura. Cada miembro del personal de seguridad tiene un papel crucial en la construcción de este futuro. Su compromiso con estos valores es lo que verdaderamente eleva la profesión y garantiza una protección integral y respetuosa para todos.