Protección de personas
Los escoltas son profesionales de la seguridad privada que se encargan de proteger a personas que se encuentran en riesgo de sufrir algún tipo de agresión o acto delictivo. Sus funciones principales son:
- Acompañamiento: El escolta debe acompañar a la persona protegida en todo momento, tanto en sus actividades cotidianas como en sus desplazamientos.
- Defensa: El escolta debe estar preparado para defender a la persona protegida en caso de agresión o amenaza.
- Protección: El escolta debe tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la persona protegida, tanto física como psicológica.
Las funciones del escolta se pueden clasificar en dos categorías principales:
- Funciones preventivas: Estas funciones se centran en evitar que se produzca un incidente o agresión. El escolta debe evaluar los riesgos a los que está expuesta la persona protegida y tomar las medidas necesarias para mitigarlos.
- Funciones reactivas: Estas funciones se ponen en marcha en caso de que se produzca un incidente o agresión. El escolta debe intervenir para proteger a la persona protegida y evitar que el daño sea mayor.
Para desempeñar sus funciones de forma adecuada, los escoltas deben tener una formación específica en seguridad, defensa personal y primeros auxilios. Además, deben tener un alto nivel de compromiso y profesionalidad, ya que su trabajo puede implicar situaciones de riesgo.
Ejemplos de funciones del escolta
- Evaluar la situación de riesgo de la persona protegida.
- Planificar el itinerario de la persona protegida.
- Realizar reconocimientos del entorno de la persona protegida.
- Mantener comunicación con las autoridades.
- Intervenir en caso de agresión o amenaza.
- Rescatar a la persona protegida en caso de emergencia.
Los escoltas desempeñan un papel fundamental en la protección de personas que se encuentran en riesgo. Su trabajo es complejo y requiere una formación especializada, así como un alto nivel de compromiso y profesionalidad.
