Recordemos que la clave para la prevención reside en la capacitación constante, el respeto absoluto por los protocolos y la aplicación rigurosa de las Reglas Fundamentales de Seguridad.
A continuación, presentamos los principios esenciales para prevenir accidentes con armas de fuego en el ejercicio de sus funciones:
El Decálogo Fundamental de Seguridad con Armas
Estas cuatro reglas de oro, y sus principios derivados, deben ser la base de cada acción que involucre su arma de fuego:
1. Trate toda arma como si estuviera cargada (Principio de Desconfianza)
- Nunca asuma nada: No confíe en que el arma está descargada solo porque alguien se lo dijo o porque usted la manipuló antes. Compruébelo personalmente cada vez que la tome o la entregue.
- Actúe siempre con cautela: Esta mentalidad le garantiza que aplicará las demás reglas de seguridad en todo momento.
2. Nunca apunte la boca del cañón a nada que no quiera destruir (Control de la Dirección)
- Dirección Segura: Mantenga el cañón del arma siempre apuntando hacia una dirección donde un disparo accidental no cause daños, lesiones ni la muerte (hacia el piso, o hacia un lugar seguro donde un proyectil pueda detenerse sin riesgo).
- Especial Cuidado al Manipular: Esta regla es vital al cargar, descargar, limpiar o entregar el arma.
3. Mantenga el dedo fuera del disparador hasta que sus miras estén en el blanco y haya tomado la decisión de disparar (Control del Disparador)
- Posición de Alerta: El dedo índice debe reposar sobre el armazón o la corredera, fuera de la cola del disparador (gatillo), hasta el momento preciso en que usted está listo para hacer fuego.
- El Seguro es Mecánico, su Mente es el Principal Seguro: No confíe únicamente en los seguros mecánicos. El control del dedo es la principal medida para evitar un disparo accidental.
4. Identifique su blanco y lo que hay detrás de él Responsabilidad del Proyectil: Usted es responsable de cada proyectil que sale de su arma, incluso si atraviesa el objetivo. Asegúrese de que no haya personas u objetos valiosos en el área de impacto o detrás del blanco.
Además del decálogo, el vigilante debe seguir normas operativas específicas para el puesto de servicio:
- Relevo del Servicio (Entrega y Recibo del Arma):
- La verificación del arma (descarga y revisión) debe hacerse en un punto seguro designado (armerillo o área controlada), nunca en el puesto de vigilancia con público o compañeros cerca.
- Ambos vigilantes deben revisar visualmente y confirmar el estado del armamento y la munición.
- El registro de entrega y recibo en la minuta debe ser legible y exacto.
- Almacenamiento (Armerillo/Locker):
- Arma y Munición Separadas: Si el protocolo de la empresa exige guardar el arma al finalizar el turno, esta debe estar descargada y almacenada separada de su munición, en los contenedores o armerillos asignados.
- Acceso Restringido: El arma solo debe ser accesible para el personal autorizado y en las horas de servicio. Nunca deje su arma sin vigilancia.
- Manejo en el Puesto Fijo:
- Funda (Chapuza): El arma debe permanecer asegurada dentro de su funda de dotación. Solo debe ser desenfundada bajo una amenaza inminente o por orden expresa para el relevo o la limpieza.
- Prohibición de Manipulación Lúdica: Nunca manipule el arma con fines recreativos, de exhibición o para «mostrarla» a compañeros o visitantes.
- Mantenimiento y Limpieza:
- Área Designada: La limpieza debe realizarse únicamente en el área designada por la empresa, siguiendo el procedimiento estandarizado.
- Cero Munición: Durante el proceso de limpieza, no debe haber munición en la mesa o cerca del área de trabajo.
Un accidente con arma de fuego rara vez es «accidental»; es el resultado de la violación de una o más reglas de seguridad. El manejo irresponsable no solo pone en riesgo su vida y la de sus compañeros, sino que conlleva:
- Responsabilidad Penal: Un disparo negligente puede acarrear cargos criminales.
- Sanciones Disciplinarias: Decomiso del arma, suspensión o cancelación de la credencial y del contrato de trabajo.
- Daño a la Reputación: Afecta la imagen de la empresa, la profesión de vigilante y su trayectoria laboral.
La seguridad con las armas de fuego es una responsabilidad individual e intransferible. Su capacitación en CEFORVIG le ha proporcionado las herramientas; su profesionalismo debe garantizar su aplicación.
¡En la seguridad, no hay margen para el error!