La Evaluación por Competencias que Está Transformando la Seguridad Privada en Colombia

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El sector de la vigilancia y seguridad privada en Colombia está viviendo una profunda transformación. El motor de este cambio es el

Decreto 1565 de 2022, una normativa que redefine por completo la capacitación y evaluación del personal de seguridad. Para los instructores, directores de academias y profesionales del sector, comprender este nuevo enfoque no es una opción, es una necesidad para garantizar la calidad, la integridad y la profesionalización de la industria.

Este decreto marca el fin de un modelo educativo tradicional, enfocado en la simple transmisión de conocimientos, para dar paso a un sistema basado en

competencias que valora tres pilares fundamentales: el saber, el saber hacer y el saber ser.

El Cambio de Paradigma: ¿Qué Significa Evaluar por Competencias?

La formación por competencias es un enfoque integral que busca cerrar la brecha entre lo que un vigilante sabe en teoría y lo que es capaz de aplicar en situaciones reales y complejas. La evaluación bajo este modelo se desglosa en tres dimensiones clave:

  1. Conocimientos: Mide la comprensión teórica y conceptual. Esto incluye el dominio de la normativa legal, el manejo de armas y equipos, y los protocolos de emergencia. La herramienta principal para medirlo son las pruebas escritas y orales.
  2. Desempeño: Se centra en la aplicación práctica de esos conocimientos. Aquí se evalúa la habilidad para ejecutar procedimientos, la capacidad de observación, la toma de decisiones bajo presión y las habilidades de comunicación.
  3. Actitudes: Evalúa las cualidades profesionales y el carácter del individuo. Aspectos como la responsabilidad, la integridad, la ética, la proactividad y la calidad en la atención al cliente son ahora parte fundamental de la evaluación. Un vigilante no solo debe saber qué hacer, sino tener la disposición y el carácter para hacerlo correctamente.

El Nuevo Rol del Instructor: De Expositor a Facilitador Estratégico

Bajo el Decreto 1565, la figura del instructor evoluciona radicalmente. Ya no es suficiente ser un mero transmisor de información; el instructor moderno debe convertirse en un

facilitador y evaluador del aprendizaje.

Sus responsabilidades ahora incluyen:

  • Diseñar escenarios complejos y auténticos que simulen las condiciones reales del trabajo de seguridad.
  • Documentar «evidencias de aprendizaje» de manera objetiva y sistemática, utilizando herramientas como listas de chequeo.
  • Proporcionar retroalimentación constructiva y continua, enfocada en corregir deficiencias y fomentar la mejora.

Este cambio exige una mayor profesionalización del instructor, quien es ahora la pieza clave para garantizar que la formación sea rigurosa y verificable.

Uno de los mayores desafíos del sector ha sido la venta ilegal de diplomas y certificaciones. El nuevo modelo de evaluación por competencias es la respuesta más contundente a este problema, ya que exige pruebas tangibles del aprendizaje.

Las herramientas clave para lograrlo son:

  • Listas de Chequeo de Desempeño: Permiten al instructor observar y registrar de manera objetiva cómo el estudiante aplica un procedimiento o responde a una simulación.
  • Listas de Chequeo de Producto: Se usan para evaluar el resultado final de una tarea, como la correcta elaboración de un informe de novedades o el diligenciamiento de una bitácora.
  • Portafolios de Evidencias: Recopilan pruebas verificables del aprendizaje, como videos de simulaciones, informes firmados o registros digitales de rondas.

Cuando se requiere evidencia tangible de que una habilidad fue demostrada, el fraude se vuelve exponencialmente más difícil.

La transformación digital es un pilar fundamental para implementar con éxito este nuevo modelo. La tecnología no solo optimiza la formación, sino que se convierte en un baluarte contra la corrupción.

  • Plataformas LMS (Learning Management System): Herramientas como Q10 o Moodle son indispensables para gestionar la parte teórica de la formación (que puede ser hasta un 40% virtual), centralizar registros y facilitar las auditorías.
  • Software de Monitoreo de Operaciones: Aplicaciones como City Troops o Kizeo Forms permiten recopilar evidencias de desempeño en tiempo real, usando códigos QR, geolocalización y sellos de tiempo para verificar la ejecución de rondas y controles de acceso.
  • Herramientas de Auditoría Digital: Plataformas como SafetyCulture permiten crear listas de chequeo digitales y generar informes detallados con fotos y datos verificables, creando una cadena de custodia de la evaluación.

Nuestro Compromiso en CEFORVIG

La implementación rigurosa del Decreto 1565 de 2022 es crucial para el futuro de la seguridad privada en Colombia. Una industria que invierte en capacitación de calidad, adopta la tecnología para garantizar la integridad y valora la ética, está mejor preparada para los desafíos de la seguridad moderna.

En CEFORVIG, estamos comprometidos con la excelencia y la profesionalización del sector. Nuestros ciclos de formación para

Vigilante, Supervisor, Escolta, Operador de Medios Tecnológicos y Manejador Canino están completamente alineados con el nuevo marco normativo. Adoptamos las mejores prácticas y herramientas tecnológicas para asegurar que cada uno de nuestros egresados no solo tenga el conocimiento, sino que haya demostrado las habilidades y actitudes necesarias para ejercer sus funciones con la máxima competencia y profesionalismo.

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