La seguridad privada es un sector esencial para la protección de personas y bienes, desempeñando un papel crucial en la tranquilidad de la sociedad. Sin embargo, la naturaleza de sus funciones expone a sus trabajadores a una variedad de riesgos laborales que hacen imperativa la implementación de sistemas robustos de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST). Más allá del cumplimiento normativo, una gestión eficaz de la SST en este sector es un pilar fundamental para salvaguardar la integridad de los vigilantes y demás personal operativo, optimizar el desempeño y fortalecer la sostenibilidad de las empresas.
El personal de seguridad privada se enfrenta diariamente a riesgos que van más allá de los presentes en entornos laborales convencionales. Identificar y comprender estos riesgos es el primer paso para una gestión de SST efectiva:
- Riesgos de Seguridad: La exposición a situaciones de violencia física y verbal, atracos, confrontaciones con individuos o grupos hostiles, y la necesidad de respuesta ante emergencias como incendios o intentos de robo son riesgos latentes que demandan preparación y protocolos claros.
- Riesgos Psicosociales: Las largas jornadas laborales, los turnos nocturnos, el aislamiento en ciertos puestos, la constante situación de alerta, la responsabilidad sobre la seguridad de terceros y la exposición a eventos traumáticos pueden generar altos niveles de estrés, fatiga, ansiedad y afectar la salud mental de los trabajadores.
- Riesgos Ergonómicos: Permanecer de pie o sentado por periodos prolongados, realizar tareas de vigilancia en espacios reducidos, el manejo de equipos y, en algunos casos, la manipulación de cargas, pueden derivar en trastornos músculo-esqueléticos si no se aplican pausas activas y principios de higiene postural.
- Riesgos Ambientales: La labor a la intemperie expone a los guardas de seguridad a condiciones climáticas adversas como frío, calor, lluvia o viento, lo que puede afectar su salud y desempeño.
- Riesgos Latentes: Dependiendo del entorno vigilado, puede existir exposición a agentes químicos, biológicos o físicos, así como riesgos asociados a la infraestructura de las instalaciones.
La Seguridad y Salud en el Trabajo en el sector de la seguridad privada está regulada por un marco legal específico. Normativas como el Decreto 1072 de 2015 (Decreto Único Reglamentario del Sector Trabajo) establecen la obligatoriedad de implementar un Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST) para todas las empresas, incluyendo las de seguridad privada. Este sistema busca garantizar la mejora continua de las condiciones y el medio ambiente de trabajo, así como la identificación, evaluación y control de los riesgos asociados a cada actividad.
Asimismo, el Estatuto de Vigilancia y Seguridad Privada (Decreto Ley 356 de 1994 y sus reglamentaciones) impone requisitos y responsabilidades adicionales a estas empresas, abarcando aspectos como la idoneidad del personal, el uso adecuado de dotación y equipos, y la necesidad de capacitación constante.
El cumplimiento de esta normativa no es solo una obligación legal para evitar sanciones, sino una muestra del compromiso de la empresa con el bienestar de sus empleados y la calidad del servicio que presta.
Una gestión proactiva y efectiva de la SST en las empresas de seguridad privada debe incluir una serie de medidas fundamentales:
- Identificación, Evaluación y Control de Riesgos: Realizar análisis exhaustivos de los puestos de trabajo y los entornos vigilados para identificar los peligros y evaluar los riesgos asociados. Establecer medidas de control jerarquizadas, priorizando la eliminación o sustitución del riesgo.
- Programas de Capacitación Continuos: Proporcionar formación inicial y recurrente al personal sobre los riesgos específicos de sus funciones, el manejo de situaciones de crisis, técnicas de defensa personal (si aplica), primeros auxilios, uso de equipos de protección personal (EPP) y protocolos de emergencia.
- Suministro y Mantenimiento de Equipos Adecuados: Asegurar que el personal cuente con la dotación, el uniforme y los equipos de protección individual necesarios y en buen estado (chalecos antibalas, sistemas de comunicación, linternas, etc.), así como los medios tecnológicos de apoyo autorizados.
- Protocolos Claros de Actuación: Establecer procedimientos detallados para cada tipo de situación de riesgo, incluyendo la respuesta a emergencias, la gestión de conflictos y la comunicación de incidentes.
- Vigilancia de la Salud: Implementar exámenes médicos ocupacionales periódicos que permitan identificar afectaciones a la salud derivadas de la exposición a riesgos, especialmente los psicosociales y ergonómicos.
- Promoción de la Salud Mental y el Bienestar: Desarrollar programas de apoyo psicológico, gestionar adecuadamente los horarios y turnos para prevenir la fatiga, y fomentar un ambiente laboral que promueva la comunicación y el apoyo entre colegas.
- Ergonomía en el Puesto de Trabajo: Evaluar y adaptar, en la medida de lo posible, los puestos de vigilancia para minimizar la exposición a riesgos ergonómicos, promoviendo cambios posturales y el uso de mobiliario adecuado.
- Cultura de Prevención: Fomentar la participación activa de los trabajadores en la identificación de riesgos y la propuesta de mejoras. Promover una cultura donde la seguridad sea una responsabilidad compartida.
Implementar y mantener un SG-SST efectivo en las empresas de seguridad privada genera beneficios significativos tanto para los empleados como para la organización:
- Protección del Capital Humano: Reduce la incidencia de accidentes de trabajo y enfermedades laborales, protegiendo la salud e integridad de los vigilantes, que son el activo más valioso de la empresa.
- Cumplimiento Normativo y Reducción de Costos: Evita sanciones legales, disminuye los costos asociados a accidentes (atención médica, indemnizaciones, absentismo) y reduce la rotación de personal.
- Mejora de la Productividad y el Desempeño: Un personal sano, motivado y seguro es más productivo y eficiente en el cumplimiento de sus tareas.
- Fortalecimiento de la Imagen Corporativa: Demostrar un compromiso genuino con la seguridad y salud de los trabajadores mejora la reputación de la empresa ante clientes, empleados y la sociedad en general.
- Clima Laboral Positivo: Un entorno de trabajo seguro y saludable contribuye a un mejor ambiente laboral, aumentando la moral y satisfacción de los empleados.
- Mejora Continua: La gestión de la SST impulsa la identificación de oportunidades de mejora en los procesos operativos y administrativos de la empresa.
La Seguridad y Salud en el Trabajo no es un complemento en las empresas de seguridad privada, sino una parte integral de su operación y un factor determinante para su éxito y sostenibilidad a largo plazo. Invertir en la protección de quienes nos protegen es una responsabilidad ética, legal y estratégica que rinde frutos en bienestar, eficiencia y confianza.