Prevención ante Bombas Lapa en Caravanas de Protección Ejecutiva

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Las bombas lapa, artefactos explosivos adheribles, representan una amenaza creciente para la seguridad, especialmente en caravanas de protección ejecutiva. Aunque su origen es naval, su uso se ha extendido a vehículos terrestres, siendo una preocupación constante para la seguridad.

Una bomba lapa es un explosivo diseñado para adherirse a una superficie, comúnmente en los bajos de vehículos. Su nombre alude a los moluscos marinos que se aferran tenazmente. Su capacidad de adhesión se logra con imanes potentes, ventosas, pasta adhesiva o Velcro®. La detonación puede ser por sensores de movimiento, control remoto, detonadores directos o temporizadores. También pueden incluir dispositivos anti-manipulación que provocan la explosión si se intentan retirar.

La carga explosiva, aunque pequeña, puede ser devastadora. Por ejemplo, 700g de amonal pueden destruir un coche por completo, eliminando las posibilidades de supervivencia debido a la onda expansiva, el fuego y los humos tóxicos.

La eficacia de una bomba lapa se maximiza al colocarla estratégicamente, preferiblemente debajo del asiento del conductor. En vehículos blindados, los cristales son las partes más sensibles. El piso es una vulnerabilidad crítica, ya que muchos IEDs se colocan en el suelo.

Las vulnerabilidades operacionales incluyen rutinas predecibles en el uso del vehículo y estacionamiento , descuidos en la guardia, puntos ciegos, y las fases de embarque y desembarque. Distancias inadecuadas entre vehículos y rutas predecibles también son explotables. Cualquier «cambio en la línea base» (objeto o situación nueva o fuera de lugar) es un indicador clave de un IED.

La prevención se basa en inspecciones rigurosas y tecnología avanzada. Las inspecciones deben ser completas, sistemáticas y seguras, realizadas al aire libre. Los puntos críticos a revisar incluyen el exterior, interior, bajos del vehículo, motor, asientos, compartimentos, neumáticos y componentes vitales.

La tecnología de detección incluye:

  • Sistemas de Inspección Bajo Vehículo (UVIS): Ofrecen una vista remota y cobertura del 100% de los bajos del vehículo, siendo más rápidos y seguros que las inspecciones manuales.
  • Detectores de Traza Portátiles: Permiten la detección simultánea de explosivos y narcóticos en segundos.
  • Equipos Caninos (K9): Los perros detectores de explosivos son invaluables debido a su capacidad olfativa superior y adaptabilidad.

El blindaje vehicular es fundamental, con refuerzos en el piso, protección contra metralla y sistemas de suspensión reforzada. Los sistemas automáticos de extinción de incendios (AFES) son vitales para proteger contra el fuego y los humos tóxicos. Los neumáticos run-flat son cruciales para mantener la movilidad del vehículo incluso después de sufrir daños. Los jammers de IED bloquean la ignición por radiofrecuencia de los explosivos.

Las maniobras evasivas son acciones instantáneas para reducir la gravedad de una colisión o prevenirla. La seguridad perimetral y el control de accesos, mediante la maximización de la distancia de separación, son esenciales para prevenir la colocación de bombas lapa.

La capacitación continua es un pilar fundamental. Los equipos de protección cercana y los conductores de seguridad requieren entrenamiento especializado en conciencia sobre IEDs, reconocimiento de indicadores y maniobras evasivas. Es crucial que todo el personal identifique «cambios en la línea base» y sepa cómo actuar ante un objeto sospechoso: no tocarlo, establecer un perímetro de seguridad y notificar a las unidades EOD (Desactivación de Artefactos Explosivos).

Para mitigar eficazmente la amenaza de las bombas lapa, es esencial un enfoque integral que combine blindaje avanzado, procedimientos operacionales dinámicos, tecnología de detección de vanguardia, capacitación continua del personal, protocolos de respuesta estandarizados y una sólida gestión de inteligencia.